LIMITED / NUMBERED EDITION. 500 copies. Hardcover. 26x26x2cm. 112 pag. 72 illustrations. 2020. ISBN 978-0-9957611-7-9. Precio 40€
La sirena es una imagen arquetípica que representa a una mujer que se siente cómoda en las aguas profundas de la vida, en el torbellino de las emociones y la sexualidad. Ella nos muestra cómo abrazar nuestra sexualidad y sensualidad instintivas, para que podamos poseer la esencia de nuestra naturaleza femenina, la sabiduría de nuestro cuerpo y la euforia de nuestro espíritu. Ella simboliza nuestro vínculo con nuestros sentimientos más profundos e instintivos, la naturaleza salvaje, primaria e indómita que se encuentra justo debajo de la superficie de las personalidades externas. Tiene el poder de satisfacer sus propios impulsos sexuales misteriosos sin perder su yo más humano y consciente. ¿Qué pasó con las chicas que soñaban con convertirse en sirenas?
¿Realmente habrá existido? Tal es la confusión que esta experiencia de cinco años ha alimentado por diseño. Las fotografías nos sirven de prueba. Desparramada en la orilla, parada en un paso de peatones, acostada en la cama de un hotel, donde quiera que fuera, la sirena buscaba un lugar al que pertenecía, para nunca encontrarlo. Con el tiempo, se convirtió en un modelo de la lucha por estar en el mundo y un símbolo de insuficiencia.
Léa Chauvel-Lévy
La Autora:
Con sede en París, Alice Rosati de Milán es conocida como fotógrafa de moda y directora de arte, a través de sus varios trabajos encargados para muchas revistas y marcas reconocidas.
Antes de establecerse en París, estudió la licenciatura en Crítica de Arte en Milán. Elevó su singularidad como artista cuando se mudó a Grecia, donde comenzó a trabajar en un estudio fotográfico, luego regresó a Italia para ayudar al fotógrafo de desfiles de moda Graziano Ferrari y unirse a su primera agencia de representación de artistas.
En 2011, cofundó Sanssouci Magazine, un proyecto editorial multiformato presentado como un artículo limitado e inusual, que abarca lo mejor del arte contemporáneo en todas sus formas y expresiones. Rosati prefiere su cámara de película Mamiya 6 × 7 para sus sesiones editoriales, sin despreciar lo digital, ya que admite abiertamente que puede producir grandes resultados. Le encanta fotografiar Polaroid y adora su Polaroid a110. Esencialmente, ella ve la cámara como una mera herramienta, no como un medio. Rosati es una narradora fotográfica que se ve a sí misma como una artista poliedra.
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